En el día a día de VANTEVO, solemos tener reuniones con corredores de alto nivel profesional, donde alguno de ellos nos cuenta medio en broma medio en serio que la Póliza de TRDM, en su opinión, “cubre lo que no ocurre y no cubre lo que ocurre en las empresas”.

Para VANTEVO, la Póliza de TRDM ha supuesto un gran avance en la cobertura de los bienes industriales, pues es la Aseguradora la que tiene que probar la no cobertura del siniestro en base a las exclusiones de la Póliza.

En las Pólizas vigentes, hasta entonces de riesgos nominados, era el Asegurado el que tenía que demostrar que su siniestro estaba asegurado por alguna de las coberturas de la misma.

VANTEVO en lo que, si coincide con estos corredores, es que las Condiciones Generales de las Pólizas de TRDM tienen muchas exclusiones y además algunas indefinidas y poco claras, lo que genera confusión y conflictos a la hora de los siniestros. Tan erróneo es decir que esta Póliza no cubre casi nada, como plantear que lo cubre casi todo.

Lo que necesita esta Póliza, cuya mayor ventaja para el Asegurado es que la Aseguradora es la que tiene que demostrar que el daño no es indemnizable, es adaptarla al riesgo que se quiere cubrir y para ello están las condiciones particulares y los riesgos opcionales de la misma.

Otras cosas que se pueden pactar y reflejar en las Condiciones Particulares de las Pólizas son la forma de aseguramiento de las existencias, la derogación de la regla proporcional, el aseguramiento de los bienes a valor de reposición a nuevo, las franquicias, las cláusulas de aumento automático, etc.

Es evidente que, a través de la contratación de riesgos opcionales como Avería de Maquinaria, Pérdidas Consecuenciales, Robo y Expoliación, Derrame de material fundido, etc., algunas de las exclusiones reflejadas en las Condiciones Generales de la Póliza pueden ser derogadas mediante pacto expreso entre el Asegurado y el Asegurador, que deberá constar en las Condiciones Particulares de la misma.

Es fundamental, en opinión de VANTEVO CLAIMS ADVISORS, que el Corredor y el Asegurado, en base a las características del Riesgo, adapten la Póliza de manera que ésta sea un “traje a medida” y proteja eficientemente el riesgo que se quiere cubrir.

Este trabajo de adaptación de los clausulados de las Pólizas a las necesidades de los riesgos es habitual verlo en los Grandes Riesgos, pero es menos común el que se haga en las coberturas de las PYMES donde queda mucho trabajo por hacer.

Entre todos tenemos que conseguir que las Pólizas se redacten mejor y con más claridad para que luego en los siniestros funcionen adecuadamente y no haya sorpresas y conflictos.